Precios algo más agresivos, menos ventas con respecto a otros años y más en relación con la campaña ordinaria de temporada. Se nota la crisis. «Pero tampoco nos podemos quejar». A quince días del final de las rebajas ésta es, en grandes rasgos, la conclusión general a la que han llegado los comerciantes riojanos.Tras dos años en los que el comercio, en especial el tradicional, se ha visto resentido por la crisis, este año las rebajas de la primavera-verano han conseguido remontar los cortos beneficios obtenidos a lo largo del período. Para Andrea García, propietaria de un establecimiento del sector textil en Haro, Andrea's Moda y Complementos, «la sensación psicológica de crisis general se refleja en el pequeño comercio». La solución, coinciden los responsables de los establecimientos, se encuentra «en trabajar más». En Cortefiel de Logroño, donde los descuentos han alcanzado incluso el 70 por ciento, se muestran satisfechos con los resultados logrados. «La campaña ha sido flojita, pero con el esfuerzo que hemos hecho por bajar los márgenes, la gente ha comprado durante todas las rebajas», comenta la encargada del local. «Las ventas desde julio han aumentado el 15 por ciento respecto a la temporada primavera-verano del año pasado», añade. Todos coinciden en que las ventas de estos dos últimos años han disminuido en relación a temporadas anteriores. Desde Pedro del Hierro, una de las dependientas asegura que al final no ha sobrado demasiado género. «Desde hace unos quince días las prendas están al 70 por ciento y eso se nota porque antes estaban con ese descuento sólo los últimos diez días. La promoción final se ha adelantado», explica.Desde Women Secret, donde se redujeron los precios hasta el 75 por ciento desde los primeros días, se asegura que han realizado el mismo número de operaciones o «incluso superiores» a las de otros años. Sin embargo, reclaman a las asociaciones de comerciantes de Logroño que «organicen actividades de ocio para que la gente se mueva». «Estaría bien que existieran ludotecas donde se pueda dejar a los niños para que los padres puedan acercarse a comprar», ejemplifica. Las impresiones en el sector del calzado no distan mucho de las de textil.En la zapatería Zekos, uno de sus dependientes Fernando Lázaro sí cree que «este mes de agosto ha sido mejor que el de los últimos años». Para él, la razón de esta supuesta recuperación se debe a que «la gente ha esperado hasta los descuentos». Asimismo, opina que la próxima temporada se presentará complicada. «De nuevo, habrá que aguantar hasta las rebajas», añade. «Estamos en una época en la que tenemos que adaptarnos al público, sin embargo la gran oferta entre precios permite que la gente pueda comprar camisas de 30 euros en una u otra época del año», opina Chelo Ruiz propietaria de un comercio que lleva su nombre, quien además cree que «las rebajas no funcionan porque hay establecimientos que hacen precios especiales desde días anteriores al inicio establecido».

Fuente:
www.larioja.com